Reemplazo por nuevas tecnologías
A principios del siglo XXI, las videograbadoras de VHS dejaron de comercializarse a gran escala, al ser sustituidas por nuevos formatos de almacenamiento óptico. El videodisco digital DVD como medio de difusión vendría a ser popular, debido a las ventajas que supone su tecnología sobre los medios magnéticos como puede ser: la menor degradación de la grabación con el paso del tiempo, y hacer copias de respaldo fácilmente. Sin embargo, entre 2000 y 2005, aún se usaba la tecnología VHS como una alternativa al DVD y compañías productoras lanzaban al mercado sus películas en ambos formatos para su distribución, pero en 2007, tras la comercialización de otros medios de grabación (como el TiVo y el Video On Demand de algunos operadores de televisión por cable), ya no era necesario el VHS; luego el DVD empezó a comercializarse masivamente, y el VHS dejó de fabricarse a grandes niveles mundiales, hasta que finalmente en 2016 la empresa japonesa Funai Electric, la única que seguía fabricando el producto en el mundo y que abastecía a diferentes marcas, anunciaría, para finales del mes de julio, el cese de la producción de aparatos reproductores y cintas VHS debido a la dificultad de seguir adquiriendo los diferentes componentes para su fabricación y a la escasa demanda.
Además con la popularización de YouTube y similares, surge la costumbre de convertir a formato digital programas de televisión en grabaciones antiguas para publicarlos sin fines de lucro en internet, por lo que las videograbadoras VHS se venden integradas con un reproductor de DVD (combos); no obstante también se comercializan unidades llamadas DVR que son símiles de las VCR magnéticas ya que realizan las mismas funciones, permiten grabar desde alguna otra fuente de video analógica o digital incluyendo señales de televisión abierta y cable, que se almacenan en un disco duro IDE que permite su edición posterior utilizando una memoria RAM intermedia de poca capacidad antes de poder concluir su total edición y/o preparación para almacenarlo nuevamente en su disco duro interno para posteriormente vaciar su contenido en un DVD convencional o regrabable, que, con este último dispositivo de almacenamiento, permite que se asemeje su funcionamiento al de las cintas magnéticas de VHS que se podían regrabar. Sin embargo el proceso en el DVR para su grabado final lo hace menos versátil que el VHS, ya que el operador de la señal digital puede prohibir grabar programas bajo licenciada registrada, región o situaciones parecidas.
Muy a pesar de la creencia popular, la calidad de imagen máxima posible con una videograbadora VHS es igual a la posible con una videograbadora Betamax. Apenas se han podido medir diferencias en laboratorio. Esto se debe a que para igualar la duración de las grabaciones VHS, Sony redujo la velocidad de arrastre de las cintas en su Betamax, reduciendo así sensiblemente la calidad de la imagen que se podía obtener con los primeros Beta y además haciendo las grabaciones incompatibles con los aparatos ya existentes; sin embargo, algunas videograbadoras Betamax podían grabar en mejor calidad de imagen debido a que el cabezal principal era unos centímetros más grande que el de una videograbadora VHS de HQ.
El sistema VHS continúa siendo un formato viable para grabaciones caseras debido a su resistencia, tiempo de grabación, calidad en la imagen y bajo costo que durante mucho tiempo brindó una manera accesible de grabar cualquier contenido audiovisual por televisión. Mucha gente mantiene sus grabaciones o películas en videocasetes, graba con sus videograbadoras VHS y las mantiene en buen estado de funcionamiento, contando para ello con servicio técnico especializado. Todo ello a pesar de la masificación del DVD y los dispositivos DVR como Tivo. Existe también la posibilidad de convertir las grabaciones en VHS a formatos digitales, tales como DVD y BluRay, con la conversión analógica a digital de video, ofrecida por empresas especializadas.
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